El precio de la onza de oro extendió el miércoles su tendencia alcista en el mercado de futuros de Nueva York, acumulando una ganancia de 47% en lo que va del 2025 y encaminándose a su mayor rendimiento anual desde 1979. En operaciones intradía, el metal precioso perforó el nivel simbólico de 3,900 dólares por onza, antes de moderar su avance para cerrar en 3,897.50 dólares, con un alza de 0.6%. Se trata de su récord número 38 en lo que va del año.
El impulso reciente ha estado marcado por un mayor apetito de refugio, en medio de la incertidumbre económica y política en Estados Unidos, acentuada por el cierre parcial de oficinas gubernamentales tras la falta de acuerdos en el Congreso para asegurar la financiación pública. A este factor se suman expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, lo que fortalece la posición de los metales preciosos como cobertura frente a la inflación y como activos atractivos en un entorno de financiamiento más barato.
Expectativas para alcanzar los 4,000 dólares
Con el rally en curso, diversos analistas proyectan que el oro podría escalar hasta los 4,000 dólares por onza antes de que concluya el año. Deutsche Bank elevó su pronóstico para 2026 a un promedio de 4,000 dólares desde una estimación previa de 3,700, mientras que JP Morgan, BofA y Citi anticipan que el nivel de 4,000 dólares podría alcanzarse entre finales de 2025 y comienzos de 2026.
UBS y Goldman Sachs, en tanto, prevén un rango ligeramente más conservador, con estimaciones que van de 3,800 a 3,900 dólares para los próximos meses, aunque sin descartar un repunte hacia los 4,000 en un horizonte de mediano plazo. La posibilidad de que la economía global enfrente una desaceleración más profunda o nuevas tensiones geopolíticas refuerza la percepción del oro como un refugio seguro y un activo de cobertura esencial para inversionistas.
Hitos históricos en la escalada del metal dorado
El actual ciclo alcista del oro se suma a una serie de hitos en su historia reciente. En 2008, tras la crisis financiera, el metal superó por primera vez la barrera de los 1,000 dólares. Durante la pandemia de Covid-19 en 2020 perforó los 2,000 dólares, y en 2024 alcanzó un rendimiento anual de 27%, el más alto desde 2010.
En 2025, la tendencia ha sido aún más marcada: el oro acumula 46% de ganancia y más de 250 jornadas sostenidas sobre los 2,500 dólares por onza, consolidando un “bull market” que confirma su papel como escudo financiero.
En un escenario de riesgos inflacionarios, tensiones políticas y desaceleración global, el oro se perfila como el activo estrella del año, con un desempeño que lo coloca nuevamente en el centro de las estrategias de cobertura de los inversionistas internacionales.
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