Las ventas de diamantes se están replegando de forma dramática en los principales mercados del mundo. El diamante es la materia más dura del planeta, pero el coronavirus ha conseguido abrir algunas grietas.
La rusa Alrosa, el mayor productor mundial, informó que sus ventas en abril se desplomaron un 95% con respecto al mismo mes de hace un año.
Como resultado, la cerró la explotación de dos de sus minas y recortó en un 25% su meta de producción para este año. La actual coyuntura internacional está impactando la demanda mundial de gemas.
Evgeny Agureev, director adjunto de la compañía, reconoció que las restricciones impuestas para combatir el coronavirus han minimizado el comercio de diamantes en bruto y pulidos.
La sudafricana De Beers, el mayor productor en términos de valor, recortó en un 20% sus metas de producción para este año. La canadiense Dominion Diamond Mine se declaró en el pasado mes de abril en suspensión de pagos. Petra Diamonds, cuyas acciones han perdido un 75% este año, refinanció su deuda para pedir prestados otros 21 millones de dólares y así evitar caer en la insolvencia.
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Catoca, la cuarta mina de diamantes más grande del mundo, ajustó a la bajas sus operaciones de extracción y procesamiento; al tiempo que pospuso algunas inversiones y modificó sus gastos operativos .
La firma estima una producción de diamantes en bruto en Angola de 2 millones de quilates en 2020; un 78% inferior a los 9.2 millones de quilares del año pasado. El país africano es el quinto productor mundial por diamantes de valor.
La cifra representa una reducción del 5% del suministro global, lo que sumado a las operaciones ya suspendidas; significa que el 37% de la producción mundial de diamantes está detenida.