La explotación de oro a nivel mundial ha experimentado fluctuaciones significativas en los últimos años, influenciadas por factores económicos, geopolíticos y ambientales.
En 2023, la producción global de oro ascendió a aproximadamente 3,000 toneladas métricas, con China, Australia y Rusia liderando la producción. China mantuvo su posición como el principal productor, aportando alrededor del 12% de la producción mundial con 370 toneladas métricas.
En el ámbito de la demanda, el oro sigue siendo un activo refugio, especialmente en tiempos de incertidumbre económica y tensiones geopolíticas. En el tercer trimestre de 2024, la demanda mundial de oro alcanzó un máximo histórico de 1,313 toneladas, impulsada principalmente por la inversión y la actividad extrabursátil. Por primera vez, el valor demandado superó los 100,000 millones de dólares en un solo trimestre.
El oro de México
México, reconocido por su riqueza mineral, ha consolidado su posición como uno de los principales productores de oro en América Latina. En 2023, el país produjo aproximadamente 120 toneladas métricas de oro, situándose entre los diez principales productores a nivel mundial. Estados como Sonora, Zacatecas y Guerrero son destacados por su significativa contribución a la producción nacional.
El sector minero mexicano ha mostrado un dinamismo notable en 2024, con la puesta en marcha de varios proyectos clave. La Cámara Minera de México (Camimex) informó que cuatro nuevas minas de oro iniciaron operaciones este año: Media Luna en Guerrero, Cerro de Oro en Zacatecas, Cerro Caliche en Sonora y Terronera en Jalisco. Estas minas, con una inversión conjunta de 1,146 millones de dólares, se espera que aporten una producción anual de 323,400 onzas de oro.
El proyecto Media Luna, operado por Torex Gold en Guerrero, es uno de los más destacados, con una inversión significativa y una producción estimada de 100,000 onzas anuales durante los primeros cinco años de operación. Por su parte, Cerro de Oro, a cargo de Alamos Gold en Zacatecas, tiene una producción estimada de 60,000 a 70,000 onzas de oro en sus primeros cuatro años.
Incremento sostenido en la producción
La producción minerometalúrgica en México ha mostrado un crecimiento sostenido. En septiembre de 2024, se registró un aumento del 10.2% en comparación con el mismo mes del año anterior, destacando incrementos en metales como el zinc, plomo, plata y oro. Este crecimiento refleja la resiliencia y adaptabilidad del sector minero mexicano ante desafíos globales.
Sin embargo, la industria enfrenta retos significativos, especialmente en términos de sostenibilidad ambiental y responsabilidad social. La minería de oro, particularmente en operaciones a cielo abierto, ha sido objeto de críticas por su impacto ambiental, incluyendo la deforestación, contaminación de cuerpos de agua y generación de residuos tóxicos. En respuesta, empresas mineras en México han adoptado prácticas más sostenibles, implementando tecnologías limpias y programas de reforestación para mitigar su huella ecológica.
En el ámbito social, la relación entre las empresas mineras y las comunidades locales es crucial. La minería puede generar empleo y desarrollo económico, pero también puede provocar desplazamientos y conflictos por el uso de la tierra. Es esencial que las empresas sigan operando con transparencia y mantengan un diálogo abierto con las comunidades afectadas, asegurando que los beneficios de la minería se distribuyan equitativamente y que se respeten los derechos humanos.
Perspectivas futuras
A nivel global, la producción de oro podría enfrentar una disminución en los próximos años. Se estima que en 2024 se alcanzará el pico de producción con 3,807 toneladas, seguido de una reducción anual del 0.8% en 2025 y 2026, debido a la disminución de la concentración de oro en los minerales y al agotamiento de yacimientos existentes. Este escenario plantea desafíos para la industria, que deberá invertir en exploración y desarrollo de nuevos yacimientos para mantener niveles de producción sostenibles.
La explotación de oro a nivel mundial y en México se encuentra en una encrucijada. Mientras que la demanda sigue siendo robusta, impulsada por su valor como activo refugio y sus aplicaciones industriales, la industria enfrenta desafíos en términos de sostenibilidad ambiental, responsabilidad social y mantenimiento de niveles de producción. En México, con su rica tradición minera, las empresas mineras han realizado relevantes esfuerzos en la implementación de prácticas sostenibles y en la promoción de una minería responsable que beneficie tanto a la economía como al medio ambiente y las comunidades locales.