Newmont, la mayor minera de oro del mundo, anunció este lunes el nombramiento de Natascha Viljoen como su primera directora ejecutiva, sucediendo a Tom Palmer en un momento clave para el sector, que enfrenta costos crecientes, presiones de inversionistas y mayores exigencias de sostenibilidad, mientras el oro alcanza máximos históricos.
El relevo coincide con la abrupta salida de Mark Bristow como CEO de su rival Barrick Mining, ocurrida el mismo día, lo que refleja una etapa de reacomodos en la cúpula de la minería global.
Palmer dejará el cargo el 31 de diciembre y permanecerá como asesor estratégico hasta su jubilación en marzo de 2026. Durante su gestión, lideró operaciones transformadoras como la adquisición de Goldcorp, la conformación de la empresa conjunta Nevada Gold Mines y la compra de Newcrest Mining por 17 mil millones de dólares, consolidando una de las carteras más importantes del sector.
Viljoen, quien se incorporó a Newmont como directora de operaciones en 2023, cuenta con más de 30 años de experiencia en empresas como Anglo American, BHP y Lonmin, además de haber dirigido Anglo American Platinum. En Newmont ha impulsado estrategias centradas en excelencia operativa, seguridad y sostenibilidad, además de la integración de portafolio y desarrollo de talento.
“Con el tiempo, Newmont había estado señalando que existía un plan de sucesión en marcha”, recordó Josh Wolfson, analista de RBC Capital Markets, al apuntar que en mayo la compañía ya había anticipado la promoción de Viljoen al cargo de presidenta.
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El anuncio se da también en medio de cambios en la alta dirección: a inicios de año, Karyn Ovelmen dejó la dirección financiera tras poco más de dos años en la empresa, siendo reemplazada de forma interina por Peter Wexler.
Con Viljoen al mando, Newmont busca reforzar su posición de liderazgo en un entorno marcado por la volatilidad, el nacionalismo de los recursos y la transición energética.
