Barrick Mining anunció este lunes el nombramiento de Mark Hill como presidente y consejero delegado interino, tras la sorpresiva dimisión de Mark Bristow, quien lideró la minera canadiense durante casi siete años después de la fusión con Randgold Resources en 2019. Bristow había sido clave en la integración de ambas compañías, la reducción de deuda y la reorganización del portafolio de activos.
La salida de Bristow, quien había anticipado que permanecería hasta 2028 para supervisar proyectos estratégicos como el yacimiento de cobre y oro Reko Diq en Pakistán, tomó por sorpresa a analistas e inversionistas. “Un nuevo CEO podría traer cambios significativos en Malí, en Reko Diq o en el portafolio global”, advirtió Citi en una nota a clientes. Peter Letko, del fondo Letko Brosseau, calificó a Bristow como “un gran líder” y lamentó su partida.
Hill, actual director de operaciones, asumirá de inmediato mientras el consejo inicia la búsqueda de un sucesor permanente con el apoyo de la firma Egon Zehnder. Según fuentes cercanas, la sucesión se venía evaluando desde hace meses debido al rezago de Barrick frente a sus competidores: sus acciones han avanzado 37% desde 2020, frente al 110% de Agnico Eagle, pese a los precios récord del oro.
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Los retos para la compañía incluyen resolver la disputa en Malí, donde el gobierno militar tomó control de una mina clave, lo que llevó a Barrick a registrar una pérdida de 1,000 millones de dólares, además de avanzar en Fourmile (Nevada) y consolidar su empresa conjunta con Newmont. Las acciones de Barrick en Nueva York subían ligeramente en las operaciones previas a la apertura de este lunes.
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