Los precios del cobre cerraron la última jornada del mes con registros positivos, sin embargo, cerraron el trimestre con un descenso de 7.8%, después de dos ganancias trimestrales consecutivas.
La lenta recuperación de la demanda en China, principal consumidor de metales, y la preocupación por el crecimiento económico mundial golpearon a las cotizaciones del metal rojo.
En Londres, la tonelada de cobre escaló un 1.6%, a 8,307 dólares. Mientras en Nueva York, la libra de cobre repuntó 1.74% hasta 3.7635 dólares.
El metal rojo, usado en la energía y la construcción, no logró mantener el impulso que obtuvo a principios de 2023, uando China eliminó sus restricciones por el COVID-19. En los primeros seis meses del año acumula un declive del 0.8%.
Cabe recordar que, en enero, la libra de cobre escaló hasta 4.26 dólares, en ese momento, su precio más alto desde junio de 2022. Desde entonces, el precio de la libra de cobre se ha replegado 13%.
El cobre, considerado un termómetro de la economía global, es utilizado por la industria de la construcción, el sector de electrodomésticos y rubro eléctrico.
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La actividad fabril china cayó por tercer mes consecutivo en junio y la debilidad de otros sectores se acentuó. Las cifras aumentan la presión para que las autoridades chinas hagan más para apuntalar el crecimiento.
La demanda en China, principal consumidor, se ha recuperado más lentamente de lo previsto. Mientras las recientes turbulencias del sector bancario han dañado las perspectivas de crecimiento económico.
En Estados Unidos, se espera que la Reserva Federal continue con alzas de las tasas de interés, en detrimento de la demanda de materias primas.
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