El Ing. Fernando Alanís, reconocido consultor del sector minero, impartió el seminario Minerales Críticos en el marco de la Convención Internacional de Minería 2025, donde expuso la creciente importancia de estos materiales en el desarrollo económico, tecnológico y energético a nivel mundial. Su ponencia destacó la urgente necesidad de comprender el rol de los minerales críticos en las cadenas de suministro globales y en el cumplimiento de los compromisos climáticos para las próximas décadas.
¿Qué es un mineral crítico y por qué es estratégico?
De acuerdo con Alanís, un metal o mineral crítico es aquel recurso que forma parte de las materias primas esenciales para la producción de bienes en sectores estratégicos de un país. Su disponibilidad y acceso están sujetos a factores como la geopolítica, las cadenas de suministro, el control sobre su procesamiento y la concentración de su producción en pocas regiones del mundo.
“El futuro industrial depende, en gran medida, de la seguridad en el acceso a minerales críticos. La minería es un generador de valor y no un simple proveedor de materias primas”, enfatizó.
La Agencia Internacional de Energía (IEA) realiza un seguimiento especial a 36 países productores de metales críticos, y actualmente 22 naciones cuentan con listados oficiales y políticas públicas enfocadas en garantizar la disponibilidad de estos materiales. Estos marcos regulatorios buscan acelerar el desarrollo minero en sus territorios, promover inversiones y asegurar la resiliencia de sus cadenas de suministro.
El motor de la transición energética
Alanís señaló que la demanda de metales críticos dependerá del grado de cumplimiento de los acuerdos climáticos internacionales, como los alcanzados en el COP21 de París, el COP25 de Glasgow y el objetivo global de Net Zero. La transición energética requiere no solo tecnologías limpias, sino también enormes volúmenes de minerales.
El crecimiento proyectado para las energías renovables, necesario para alcanzar las metas climáticas, equivale a la energía actual que consumen Estados Unidos, China, India y la Unión Europea juntas. Esto implica un desafío monumental para la industria minera.
“Los metales críticos son indispensables para la transición energética y, a diferencia de los hidrocarburos, su concentración geográfica es muy limitada”, explicó.
Demanda en ascenso: el impacto hacia 2040
Durante los próximos 20 a 25 años, la demanda de 21 metales clave para la transición energética crecerá de manera espectacular. Según la IEA:
- En el escenario de transición más conservador (STEPS), la demanda se duplicará.
- En el escenario más agresivo de emisiones netas cero (NZE), la demanda se cuadruplicará.
- La electromovilidad y las baterías representarán el 50% del incremento adicional.
El Global Critical Minerals Outlook 2024 estima que se necesitarán 800 mil millones de dólares para nuevas minas y plantas metalúrgicas hacia 2040. El cobre encabeza la inversión requerida con 492 mil millones de dólares; le siguen litio (82 mil millones), níquel (162 mil millones), tierras raras (41 mil millones) y cobalto (15 mil millones).
Solo para atender la producción necesaria para electromovilidad y almacenamiento energético, se requerirán 261 nuevas minas:
- Cobre: 61
- Litio: 33
- Grafito natural: 31
- Tierras raras: 29
- Níquel: 28
- Cobalto: 26
- Manganeso: 21
China: el modelo dominante en minerales críticos
Alanís subrayó el rol determinante de China en el mercado global. El país ejerce un dominio contundente en la producción y procesamiento de tierras raras, galio, germanio y tungsteno, metales esenciales para semiconductores, energías limpias y manufactura avanzada. Además, ha utilizado su control como una herramienta geopolítica, imponiendo restricciones a la exportación en momentos estratégicos.
China logró este liderazgo mediante:
- Una visión de largo plazo, no sexenal.
- Integración de la minería a su estrategia industrial.
- Inversión en toda la cadena de valor, especialmente en refinación.
- Coordinación entre gobierno e inversionistas.
- Estrategias agresivas de internacionalización.
- Atracción de inversión a través de infraestructura y financiamiento.
- Incorporación de innovación y sustentabilidad.
- Capacidad para anticiparse a cambios geopolíticos.
“Minerales, energía y visión: esa fue la fórmula que permitió a China colocarse a la cabeza de la tecnología moderna”, afirmó Alanís.
Riesgos geopolíticos y futuros escenarios
Hoy, 15 países controlan el 90% de los 12 minerales críticos esenciales para la transición energética. China tiene presencia dominante en 19 de ellos. Esta concentración abre la puerta a tensiones internacionales y disputas por recursos estratégicos.
Ejemplos recientes, como el conflicto en Ucrania, muestran cómo los minerales pueden convertirse en factores clave de disputas. Groenlandia podría ser el próximo escenario de interés geopolítico por sus vastos recursos minerales.
Conclusiones: un futuro prometedor para la minería
Alanís concluyó que la minería ha sido y seguirá siendo una actividad esencial para el bienestar humano. Pensar en prescindir de ella es absurdo, especialmente cuando el mundo avanza hacia una economía electrificada y digital.
Entre sus conclusiones destacó:
- La minería es indispensable para sectores como el aeroespacial, militar, médico, electromovilidad y energías renovables.
- Las metas climáticas obligarán a desarrollar nuevas minas en el corto plazo.
- China es líder indiscutible en minerales críticos gracias a una estrategia sostenida por 50 años.
- La disponibilidad de minerales detonará una nueva geopolítica global.
“El futuro de la minería es muy prometedor. Un país sin minería es un país sin desarrollo”, sentenció.
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