La onza troy de oro acumula una caída de 18% desde que superó la marca psicológica de los 2,000 dólares al comienzo de la invasión de Ucrania.
En el Commodity Exchange (Comex), el contrato más activo del oro se intercambia en 1,733.40 dólares por onza. Esa cifra es 3.70 dólares menor al precio de la sesión previa.
Es importante señalar, que el metal dorado escaló a un récord de 2,004 dólares la onza en agosto de 2020. En ese momento, se benefició de compras generalizadas por el impacto inicial de la pandemia.
Sin embargo, en la actualiza el oro experimenta una caída de 18% frente a su precio máximo del año de 2,043.30 dólares, registrado el 8 de marzo.
El oro es considerado un escudo financiero y un refugio de inversión en tiempos de crisis económicas y tensiones geopolíticas. Es importante señalar que el repunte del dólar, otro refugio de inversión, resta impulso al metal dorado.
A finales de febrero, Moscú lanzó una invasión total a Ucrania por tierra, aire y mar, el mayor ataque de un Estado contra otro en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
En ese momento, expertos estimaron que un conflicto prolongado podría llevar al precio del oro sobre la marca simbólica de los 2,100 dólares.
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Sin embargo, actualmente, con un conflicto prolongando de cinco meses, los precios del oro han perdido brillo y los expertos no ven una tendencia clara.
Al parecer, detrás de está tendencia descendente, está la fortaleza del dólar, un comportamiento financiero que resta atractivo a los activos comercializados con la divisa estadounidense.
El dólar estadounidense superó al euro por primera vez en 20 años. Ese comportamiento, definitivamente, ha restado atractivo al oro como el principal activo de inversión.
Adicionalmente, las agresivas alzas de tasas de interés en varios frentes, incluyendo Estados Unidos, han eclipsado el brillo del oro como refugio de inversión.
Sin embargo, pese a los vientos en su contra, provocados por el aumento excepcionalmente pronunciado de los rendimientos de los tipos reales y del dólar, el oro se mantiene como un escudo financiero.
Los riesgos de una recesión global y las amenazas de presiones inflacionarias, sigue manteniendo cerca a los inversores del escudo del oro. Igualmente, los riesgos geopolíticos siguen siendo elevados, lo que beneficia directamente a las cotizaciones del oro.
Desde el punto de vista técnico, una resistencia clave se ubica en los 1,850 dólares; en dirección opuesta, el soporte crítico se observa en los 1,700 dólares. Cualquier perforación en esos niveles, podría acelerar su tendencia.
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