La onza de oro cerró el viernes con registros positivos, para acumular una ganancia semestral de 6.05%; sin embargo, en el segundo trimestre del año, experimentó un retroceso de 3%.
En la sesión de este viernes, en el Commodity Exchange (Comex), el contrato más activo del oro avanzó 9.90 dólares, es decir, 0.52%, para intercambiarse en 1,927.90 dólares la onza troy. Ese precio es 6.05% superior a su valor de 1,817 dólares, registrado al cierre de 2022.
Cabe señalar que el 4 de mayo, el precio del oro escaló hasta 2,058.90 dólares, su precio más alto desde marzo de 2022. No obstante, atrapado por la volatilidad financiera, no ha logrado regresar a la marca psicológica de los 2,000 dólares.
La apreciación del dólar en semanas recientes ha impactado la cotización de los activos comercializados con la divisa estadounidense. Una combinación de factores de soporte empujó al dólar a un máximo de casi dos meses frente a las principales divisas. Lo que, a su vez, restó brillo al metal dorado como activo de inversión.
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El oro es considerado un escudo financiero y un refugio de inversión en tiempos de crisis económicas y tensiones geopolíticas.
En agosto de 2020, el metal dorado superó la marca 2,000 dólares por primera ocasión en su historia, por impacto de la pandemia. La onza del oro escaló a un récord de 2,075.47 dólares, en ese momento.
Analistas estiman que los precios del oro podrían experimentar fuertes fluctuaciones en el corto plazo, tras perforar el soporte técnico clave de 1,970 dólares. No se descarta que el metal dorado pueda encontrar estabilidad y regresar a la marca psicológica de los 2,000 dólares al final del año.
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