El precio de la onza de oro cerró el martes sobre la marca psicológica de los 2,500 dólares, catapultado nuevamente por las tensiones geopolíticas. Igualmente, una temporal caída del dólar ofreció soporte a los precios del metal dorado.
El temor a una escalada de las tensiones en Medio Oriente impulsó las compras de activos refugio. La noticia de un inminente ataque de Irán a Israel en esta semana aumenta las coberturas de refugio.
Asimismo, las crecientes apuestas sobre un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal continúan ofreciendo soporte a los precios del oro. Un ajuste de los tipos de interés estadounidenses hace que las inversiones en renta fija sean menos atractivas que el oro, porque el metal dorado no reduce los ingresos.
En este contexto, el contrato más activo del oro ganó 3.10 dólares, es decir 0.13%, a 2,507.40 dólares la onza. El viernes 2 de agosto, en las operacones intradía, escaló hasta un máximo histórico de 2,522.50 dólares.
Bank of America estima que el precio del oro podría oscilar entre 2,500 y 2,600 dólares por onza en el segundo semestre de 2024. Mientras, UBS augura que el precio del oro escalará hasta los 2,600 dólares para finales del año. Para la firma TD Securities, el oro se estabilizará sobre el nivel de 2,300 dólares en el tercer trimestre de 2024.
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Cabe señalar que el precio de la onza de oro experimentó una ganancia semestral de 13.40% en la primera mitad del 2024. La más amplia en un periodo similar desde 2020. En lo que va del año, el precio del oro suma una ganancia de 20%.
El oro es considerado un escudo financiero y un refugio de inversión en tiempos de crisis económicas y tensiones geopolíticas.
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