La minería ha sido una práctica con siglos de antigüedad, tanto así que el credo del minero dice «Si no puedes cultivarlo, tienes que extraerlo». Hemos llegado a un momento histórico donde la humanidad cada vez depende más y en mayor cantidad de las sustancias extraídas. Un factor relevante para que así sea es por que sigue costando más el reciclar sustancias que la extracción de más materias.
Lo anterior ha generado bastante presión para la industria por parte de los ambientalistas por el impacto que tienen las extracciones. Ha comenzado a surgir la pregunta: ¿El costo ambiental, la contaminación y el daño a la biodiversidad es equiparable al beneficio que da la minería?
Dependencia al sector minero
Sin duda pintar un escenario donde la minería dejara de practicarse en su totalidad suena poco probable para los expertos. Pero en caso de ser así ¿Cómo sería una humanidad sin minería?
El investigador en geoinformática y sustentabilidad en la Universidad de Economía y Negocios en Viena, Austria revelo datos impactantes. Después de pasar tres años analizando imágenes satelitales sobre la superficie de nuestro planeta descubrió que alrededor de 100.00 kilómetros cuadrados están cubiertos por sitios mineros activos. Para darnos una idea, esa área es equiparable a Cuba, Guatemala u Honduras. Mayor incluso que República Dominicana, Puerto Rico, Costa Rica, Panamá o El Salvador.
Estos datos nos hacen más conscientes de lo dependientes que hemos llegado a ser de esta industria. Es por ello que al momento de detenerla empezarían las repercusiones fuertes.
Afectaciones de una sociedad sin minería
El primer sector que sería afectado sería en la fuerza laboral, ya que un aproximado de 4 millones de empleos formales se perderían. A esto habría que sumarle los empleos informales o indirectos que se derivan de ahí.
«Hay una cantidad de personas que dependen indirectamente de los sitios mineros», dice Eléonore Lèbre, que investiga en la Universidad de Queensland (Australia) los impactos sociales de la minería.
Esto llevaría a la existencia de pueblos fantasmas casi de manera instantánea, ya que hay muchas comunidades dedicadas al 100% a esta industria.
Después «La energía sería la principal preocupación», dice John Thompson, consultor minero y profesor de sustentabilidad en Vancouver, a Laura Cole. «Y el carbón sería el primero en irse». «Como ocupa tanto espacio, las centrales eléctricas no pueden tener muchas reservas», agrega.
Habría desigualdad energética ya que muchos países aun depender del carbón como medio principal de energía. Además, esto derivaría directamente en corte de comunicaciones en estos países, dejando parte del mundo sin internet.
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Tendríamos escasez de gas, impactos negativos en la industria de construcción. Y por obvias razones existiría escases en metales.
«Sería el fin de la sociedad tal como la conocemos hoy», dice Simon Jowitt, geólogo económico de la Universidad de Nevada, Las Vegas, señalando que extraemos más ahora que nunca antes.
Es por ello que este articulo invita a los lectores a reflexionar sobre lo cercanamente relacionado que esta la minería en nuestro día a día. Valorar y cuidar nuestro medio ambiente además de nuestros recursos es una tarea para todos.
