En las operaciones intradía, el precio de la onza de oro superó este viernes la marca de los 2,400 dólares por primera ocasión desde mediados de mayo.
Las apuestas de un enfriamiento de la política restrictiva de la Reserva Federal de Estados Unidos siguen catapultando a los precios de los metales preciosos. El reporte de empleo no agrícola en Estados Unidos, que mostró que el mercado laboral se está debilitando, aumentó las expectativas de un recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed).
Y es que un ajuste de los tipos de interés hace que las inversiones en renta fija sean menos atractivas que el oro, porque el metal dorado no reduce los ingresos. Los futuros de las tasas de interés apuntan a un recorte de las tasas de la Fed para septiembre.
En este contexto, el contrato más activo de la onza de oro ganó 30.40 dólares, es decir, 1.28%, para cerrar en 2,399.80 dólares. Durante las operaciones intradía, el metal escaló a 2,401.20 dólares, su precio más alto desde el 21 de mayo. En la semana, el oro repuntó 2.60%. El lunes 20 de mayo, el metal escaló hasta un máximo histórico de 2,449.89 dólares.
Para la firma TD Securities, el oro se estabilizará sobre el nivel de 2,300 dólares en el tercer trimestre de 2024. Bank of America aún estima que el precio del oro podría ascender entre 2,500 y 2,600 dólares por onza en el segundo semestre de 2024. UBS augura que el precio del oro escalará hasta los 2,600 dólares para finales del año.
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Cabe señalar que el precio de la onza de oro experimentó unaganancia semestral de 13.40%, la más amplia desde 2020. Cuando el impacto de la pandemia colapsó la economía global y disparó las compras de refugio.
Las tensiones geopolíticas y las compras físicas de Bancos Centrales se combinaron –en la mayor parte del primer semestre del año– para impulsar a los precios del oro a máximos históricos.
El oro es considerado un escudo financiero y un refugio de inversión en tiempos de crisis económicas y tensiones geopolíticas.
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