Expertos estiman que la demanda de litio crece a un ritmo más rápido que la oferta, lo que podría generar un déficit del metal hacia 2030.
Según la Universidad de Columbia, la escasez de litio podría ser de 300,000 toneladas de carbonato de litio equivalente hacia 2030. En el escenario más adverso, el faltante podría superar las 750,000 toneladas.
La demanda de carbonato de litio crece entre 250,000 y 300,000 toneladas anuales. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda de litio podría multiplicarse por 10 rumbo a 2050.
En un informe, la Universidad de Columbia dice que uno de los principales obstáculos para aumentar la producción de carbonato de litio se ubican en que algunos países –como Bolivia– poseen reservas que no son financieramente viables.
“La limitada distribución geográfica de la producción de litio endurece el mercado a pesar de la abundancia del metal en corteza terrestre”, dice el análisis. Las concentraciones de litio más altas implican un menor gasto de capital por tonelada de producción.
Igualmente, el lento ritmo de crecimiento de la oferta y la concentración de los depósitos de litio en manos de compañías chinas y los conflictos de Estados Unidos con el país asiático complican el acceso al litio, cuya demanda se basa principalmente en su uso para baterías.
Australia, Chile y China concentran el 90% de la producción de litio. Zimbabue y Bolivia también figuran en la lista, pero en menor medida. El resto del mundo –incluido México– sólo concentran el 1%.
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Las perspectivas indican que China continuará al frente de la producción y procesamiento de litio. Actualmente, las compañías chinas están financiando minas de litio ubicadas en distintas regiones, principalmente en África, Australia y América Latina.
En México, por ejemplo, la china Ganfeng Lithium poseía hasta hace poco los permisos de exploración de algunas áreas en Sonora. En donde se ha ubicado la mayor cantidad de reservas de litio en el país. Estas inversiones le han permitido al gigante asiático influir en la cadena de suministro a pesar de la falta de recursos propios.
Estados Unidos ha avanzado en la producción del metal, pero a una velocidad más lenta. Actualmente sólo hay una producción en dicho país, en Nevada, en un yacimiento de salmuera. Para esta década se espera que entren tres proyectos más en funcionamiento también en Nevada y Carolina del Norte. Esta última producción será en minas del metal de roca.
China también concentra la capacidad mundial de procesamiento del metal, con 65% de la infraestructura mundial. Chile y Argentina tienen el 29% y el 5% del procesamiento, en ese orden.
Las previsiones de la Universidad de Columbia indican que es probable que China fortalezca su control sobre la producción deL metal. Y que Estados Unidos y Australia registren aumentos notables, pero no suficientes para alcanzar al gigante asiático.
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