La comunidad de La Trinidad en el estado queretano aloja una de las minas de ópalo presentes en el territorio nacional.
Aún, cuando es propiedad privada, está abierta al turismo y se ubica a unos kilómetros de la población de Tequisquiapan. En este espacio, los visitantes pueden ser mineros de la extracción del ópalo, una de las maravillas creadas por la naturaleza en esta zona. También, el público puede asistir a los talleres en los que se trabaja este mineral y apoyar en el terminado de las piezas.
El ópalo
Es un mineraloide del grupo de los silicatos y tectosilicatos. Se encuentra rellenando cavidades de riolitas o rocas sedimentarias. Existen numerosas variedades de ópalo que tienen apariencias diferentes.
La calidad de los ópalos se distingue por la pureza de sus cristales, y según su capacidad de irradiación. Existen dos variedades fundamentales: el ópalo común y el ópalo noble. El primero no presenta juego de colores. El juego de colores se produce por la disposición aleatoria de sus placas, que actúan como redes de difracción de la luz.
Se puede encontrar en los colores negro, gris, blanco, marrón, púrpura, amarillo, naranja, verde, azul-verdoso o incoloro. En México se produce en mayor cantidad la variedad de ópalo de fuego.
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Extracción
Las minas de ópalo se encuentran a cielo abierto donde los mineros trabajan de manera rústica con un martillo casero de punta fina. También se encuentra en la montaña, por lo que puede ser necesario dinamitar y abrir túneles a fin de lograr su extracción.
Usos
El ópalo es a menudo un elemento fosilizador de animales y plantas. Sirve además como materia prima en las industrias de la piedra tallada y también se usa para la fabricación de joyas.
Este mineral es muy apreciado por los coleccionistas. No solo porque no es fácil encontrarlo, sino porque es un mineral que puede llegar a ser realmente muy vistoso. Gracias a sus coloridos, el ópalo es muy usado en joyería.
Como no hay mucho ópalo en el mundo, esto hace que el poco que hay, sea muy preciado y por ello sea muy valioso. Actualmente, es posible crearlo artificialmente a través de un proceso de intercambio de iones.
