El precio de la onza de oro perforó la marca simbólica de los 2,700 dólares por primera ocasión en su historia en el mercado de futuros de Nueva York, para establecer un nuevo máximo histórico.
La incertidumbre en torno a las elecciones presidenciales de Estados Unidos y la guerra en Medio Oriente renovaron el interés de los inversores por los activos de refugio seguro.
Igualmente, los precios se beneficiaron del retroceso de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Incluso, ignoraron la apreciación del dólar.
Las posibilidades de que la Fed se embarque en un agresivo ciclo de recortes de tasas de interés también están detrás de la escalada actual de precio del oro.
La onza de oro, que ha repuntado 30% en lo que va del año, acumula 39 jornadas sobre el nivel clave de los 2,500 dólares. Ese comportamiento sugiere que sus fundamentos, tanto técnicos como de mercado, se mantienen firmes.
En este contexto, el contrato del oro ganó 0.6% para cerrar en 2,707.50 dólares, un precio sin predentes. El metal dorado, que en el tercer trimestre repuntó 14%, se enfila a su mayor ganancia anual desde 2010.
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Citi Research estima que el oro podría alcanzar el hito de 3,000 dólares para mediados de 2025 y, cerrar sobre 2,700 dólares en este año.
Mientras, Goldman Sachs elevó la previsión anual del precio promedio del oro de 2,357 a 2,395 dólares, y de 2,686 a 2,973 dólares para 2025.
En tanto, Bank of America estima que el precio del oro podría oscilar entre 2,500 y 2,600 dólares por onza en el último trimestre de 2024. UBS aún augura que el precio del oro cerrará sobre los 2,600 dólares el año. Commerzbank, en tono más conservador, calcula que los precios del oro cerrarán el año sobre 2,500 dólares.
El metal dorado es considerado un escudo financiero y un refugio de inversión en tiempos de crisis económicas y tensiones geopolíticas.
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