El precio de la onza de oro superó la marca psicológica de los 1,800 dólares por primera ocasión en ocho años en el mercado de Nueva York.
El resurgimiento de nuevos casos de coronavirus estimuló la demanda del metal dorado como refugio de inversión.
En las operaciones del martes, en el Commodity Exchange (Comex), el contrato del oro para agosto repuntó el martes 1.3% hasta 1,804 dólares la onza. Ese fue su mayor precio desde noviembre de 2011; en lo que va del año acumula una ganancia superior a 17%.
Es importante recordar que en septiembre de 2011, el oro tocó su máximo histórico de 1,923.70 dólares la onza.
El oro es considerado un refugio de inversión en tiempos de tensiones geopolíticas o turbulencias económicas.
“La incertidumbre que rodea a la expansión del virus y su impacto económico están respaldando al oro”, comentó Hareesh V, de Geojit Financial Services.
Ante los informes de una nueva propagación del coronavirus, los inversionistas se mantienen cerca de los escudos financieros.
Un brote de tensión geopolítica y comercial entre Estados Unidos y China también aumentó el apetito por los metales preciosos.
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Sin embargo, los precios del oro experimentaban una corrección técnica este miércoles, por una esperada toma de ganancias.
El contrato del metal para agosto retrocede 1.1% a 1,779.90 dólares la onza, tras experimentar una ganancia de 0.4% en las primeras operaciones.
Las tomas de ganancias también son impulsadas por los resultados positivos sobre un ensayo de vacuna contra el coronavirus.
Una prueba inicial de una vacuna experimental de Pfizer Inc. y BioNtech mostró que es segura y llevó a los pacientes a producir anticuerpos contra el nuevo virus.
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