Caracterización de cuerpos de agua: etapas e importancia para el ambiente
El rol de la minería para el cuidado del medio ambiente es una de las metas que las compañías han incorporado en sus estrategias. En este sentido, la caracterización y remediación de cuerpos de agua contaminados son esenciales para el conocimiento del escenario ambiental.
Durante el foro “Caracterización y remediación de cuerpos de agua contaminados”, organizado por Mujeres WIM de México; la maestra Patricia Aguayo, consultora ambiental independiente, expuso que dichos estudios consisten en “una investigación en sitio que conlleva una revisión y análisis de información documental; así como datos ambientales y realización de mediciones directas, de tal manera que integre una base de datos que proporcione información valiosa y un panorama de cómo está el escenario en ese entorno ambiental”.
Para dicha investigación, destacó que es fundamental plantear claramente los objetivos del estudio; porque “en la medida de su claridad y buena planeación, se definen alcances y técnicas que corresponde aplicar”. En segundo lugar, mencionó que debe realizarse un “buen acopio sobre las zonas y el sitio. En conjunto, esto ayudará a diseñar un buen plan para muestreos, técnicas y alcances que va a tener el estudio”.
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Después del reconocimiento y entendimiento del sistema ambiental en estudio que permita visualizar cómo funciona el sistema; así como definir la información geográfica, cuáles son los sitios con posible ingreso de contaminantes, quiénes pueden estar expuestos; entre otros factores, se realiza el diseño de plan de muestreo o monitoreo.
Al respecto, la maestra Patricia Aguayo señaló que este punto incluye la periodicidad, métodos y tipos de muestreo; así como los parámetros a medir, protocolos de muestreo de acuerdo con la normatividad y la propuesta de nuevos pozos. Posteriormente, expuso, los investigadores realizan los análisis de muestras para después procesar, analizar e interpretar los resultados de la caracterización.
Estos protocolos, señaló Marisol Barragán, Gerente Legal en Minera San Xavier, son de vital importancia; pues en caso de haber alguna falla en este esquema, puede traer “resultados catastróficos” que pudieran acarrear escenarios complejos para cualquier tipo de empresa.
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Por su parte, la doctora Margarita Gutiérrez, miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel I, señaló la importancia de la geoquímica de los contaminantes en la evaluación y remediación de cuerpos de agua: “Lo que siempre tratamos es saber qué está pasando, porque la percepción de riesgo y la realidad nunca van de la mano. A veces la percepción es que no hay ningún riesgo y hemos encontrado graves problemas, sobre todo contaminantes ‘amigables’ para la gente, pero que son de sumo riesgo”.
En este sentido, la doctora destacó a las altas cargas orgánicas, desechos industriales y el petróleo y sus derivados como los principales contaminantes. En las actividades minero-metalúrgicas, mencionó que la contaminación del agua por elementos potencialmente tóxicos (EPT) se debe principalmente a:
- Fallas de las estructuras de almacenamiento.
- La no aplicación de mejores técnicas disponibles.
- Errores de diseño de las instalaciones.
- Operación bajo condiciones de riesgo sin utilizar las medidas de protección adecuadas.
Asimismo, la doctora señaló que para evaluar el grado de impacto es necesario identificar los mecanismos biogeoquímicos de atenuación de EPT. No obstante, mencionó que los EPT en aguas superficiales no representan un riesgo para la salud humana.
Por otra parte, la doctora Esther Ruiz Huerta, investigadora en la UNAM, compartió los resultados de la estimación de metales pesados en ríos y plantas colonizadores en torno a jales mineros en Angangueo, Michoacán. El objetivo del estudio fue realizar “una caracterización de las zonas que no están exploradas”.
Acerca de los resultados, dijo que “al buscar y hacer todo el análisis, nos dimos cuenta de que no existe un antecedente de cuál es el impacto en cuanto a los efectos de los residuos. Organizamos un muestreo donde evaluamos cuatro zonas para considerar el efecto que tienen, en relación con cuerpos de agua cercanos a la minera activa”.