Hacia una minería sustentable que cuide el futuro. Por Elizabeth García
El concepto de desarrollo sustentable implica asegurar las necesidades de las personas sin afectar el entorno natural que permitirá su disponibilidad para las generaciones futuras. En este sentido, las actividades mineras deben realizarse de forma eficiente y responsable con los recursos naturales para preservar el equilibrio ecológico.
Desde sus orígenes, la minería ha sido una actividad estratégica para el funcionamiento de las economías. Así, la comercialización de los metales y minerales ha generado ingresos para las empresas que extraen esos recursos mineros. Sobre todo, aquellos recursos que son fundamentales para el desarrollo de las industrias, por lo cual, su valor se aprecia.
En la actualidad, se vive un contexto alarmante de crisis climática que ha planteado a organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), discutir la relación entre el crecimiento económico y la sustentabilidad. También, se ha discutido mucho que, la minería debe ser sostenible, integrando los aspectos socio-culturales, económicos y ambientales en el desarrollo de sus actividades.
Algunas de estas políticas de minería sostenible deben atender dos ejes: medioambiental y social. En relación al primero, se deben realizar actividades que no degraden al medio ambiente; reducir las emisiones de gases contaminantes; proteger los recursos mineros de cada región. Así como, respetar la flora, fauna, recursos hídricos y naturales; realizar una correcta gestión de residuos; conocer y respetar las normas nacionales e internacionales; entre otras.
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Mientras que, el segundo punto, implica realizar actividades que impulsen el desarrollo de las personas y comunidades. Por ejemplo, las actividades mineras deben asegurar: la inclusión social; generación de oportunidades educativas, laborales, científico-técnicas; no desplazamiento de las comunidades; promoción de la seguridad de las personas; generación de ingresos.
De acuerdo con la Cámara Minera de México (CAMIMEX), la minería genera empleos y remunerados a 379 mil familias mexicanas de manera directa. En 2020, el sector minero-metalúrgico contribuyó con el 8.3% del Producto Interno Bruto Industrial y el 2.3% del Producto Interno Bruto Nacional, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En general, la minería puede ayudar a que los países y las empresas obtengan mayores ingresos. Pero siempre debe recordarse que, la continuidad de la minería sustentable, depende de la existencia de recursos mineros y de las personas. Por lo tanto, uno de los principales objetivos siempre debe ser, garantizar el cuidado del medio ambiente y sus riquezas naturales.