El presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que, si la empresa estadounidense Vulcan Materials no acepta la puesta en marcha del proyecto ecológico en sus terrenos de Playa del Carmen, Quintana Roo, clausurarán las instalaciones y se tendrá que dirimir el conflicto en tribunales internacionales.
López Obrador reiteró que buscan llegar a un acuerdo para que la empresa cambie el uso de los terrenos donde actualmente extrae material pétreo.
Esta semana, el mandatario mexicano se reunió con J. Thomas Hill, director de la empresa Vulcan Materials y su filial en México, Calica. La filial se dedica a la extracción de piedra caliza para la construcción de carreteras en Estados Unidos. Al encuentro, que se dio en Palacio Nacional, acudió el embajador Ken Salazar.
“Hablamos con ellos de nuevo para volverles a plantear, con el propósito de que no haya una actitud negativa. Se insistió en la idea de retomar el proyecto para darle un uso turístico ecológico al terreno. Se les ofreció facilitarles el puerto de Calica, con calado suficiente para cruceros”, detalló.
Igualmente, López Obrador aseguró que se mantendrá la clausura de su actual lugar de trabajo para impedir que sigan extrayendo material. Agregó que en caso de no cumplir con lo acordado el caso será trasladado a tribunales nacionales o extranjeros.
“El único acuerdo es que lo que ya han extraído se lo pueden llevar pero ya no van a extraer más. Si no se llega a ningún acuerdo, vamos a tribunales nacionales y extranjeros. Nosotros vamos a presentar todos los elementos de prueba para demostrar que es una catástrofe ecológica que no podemos aceptar”, sentenció.
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Adicionalmente, reiteró su compromiso de frenar el daño ambiental de la minera para que no siga destruyendo el medio ambiente.
El pasado 6 de mayo, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) clausuró la extracción de piedra caliza a Calica.
Sin embargo, el mandatario acusó a la empresa de seguir operando pese al acuerdo para detener trabajos; mientras se llegaba a una resolución sobre el nuevo uso de los terrenos.
“No queremos que se siga utilizando toda esa área que son como 3 mil hectáreas como banco de material. Eso es una destrucción, se utilizan dinamitas, se utilizan explosivos”, apuntó.
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