La Casa Blanca informó que el acero, el aluminio y una larga lista de otros metales no estarán sujetos a aranceles “recíprocos”.
La medida sugiere que la administración está ejerciendo cierta precaución en torno a los productos básicos donde Estados Unidos depende de las importaciones.
De acuerdo con la Casa Blanca, la lista de exenciones a la serie de aranceles captura todos los metales básicos, metales preciosos, incluido el oro. Eso significa que los aranceles sobre el acero, el aluminio y, finalmente, el cobre no se apilarán además de los impuestos nacionales recién anunciados.
Al dejar de lado los metales industriales, la administración disminuye el riesgo de precipitaciones de los precios, que en las últimas semanas se dispararon. Sin embargo, no elimina la incertidumbre sobre el manejo de los productos básicos en el futuro.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo que los minerales críticos — un grupo de materiales considerados de valor estratégico especial — estaban entre los productos donde el presidente Donald Trump potencialmente buscaba iniciar investigaciones arancelarias bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial.
Estados Unidos depende en gran medida de las importaciones de muchos metales en los que China domina la cadena de suministro. Trump ha dejado claro su interés en impulsar el acceso de Estados Unidos a minerales críticos, en particular a tierras raras. Cualquier arancel debería establecerse contra el riesgo de asfixiar los flujos hacia los fabricantes nacionales.
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Estados Unidos depende de las importaciones del 80% de sus tierras raras, casi tres cuartas partes de su zinc y estaño, y más de la mitad de su litio.
Cuando se trata de acero, hay menos dependencia de los suministros externos, lo que hace que sea posiblemente más fácil imponer aranceles a las importaciones.
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