Tecnologías de seguridad operacional minera. Por Paola Sánchez
La industria minera se encuentra en un importante momento hacia la digitalización y automatización de procesos. En ese sentido, es indispensable que la optimización no sólo se produzca en términos económicos, sino también de seguridad operacional.
Asegurar la integridad física y mental del personal de las minas, implica ir más allá de sólo colocar elementos policiales a cargo de este rubro en los proyectos. Es decir, que requiere de estrategias y directrices de salud, protección y potencial rescate de las y los trabajadores mineros.
Al respecto, empresas como Dräger plantean que, a lo largo de siglos de experiencia, el avance en seguridad operacional “ha dado lugar a una reducción significativa de varios riesgos y peligros”. Por esta razón, la fiabilidad en las operaciones debe empezar “incluso antes de que la persona entre en la mina”.
Para ello, se pueden implementar distintos métodos de aseguramiento como los equipos especializados, detectores de gases, instrumentos de ventilación e instrumentos de recopilación de datos.
Así, por ejemplo, la ventilación permite reducir los riesgos del aire en espacios cerrados; así como las propias emisiones de humos de explosión en los proyectos mineros.
Por otro lado, los detectores de gases en la mina contribuyen a una reacción rápida en caso de fugas, incendios y exceso de vapores tóxicos por encima de los límites permitidos.
En la visión de MineARC Systems, “al implementar una estrategia para optimizar las operaciones dentro de una mina, la organización debe considerar cinco aspectos esenciales”.
Estos aspectos son: seguridad del personal, actividades diarias de la operación, eficiencia en los costos y facilidad de aplicación; así como integración con el esquema actual de funcionamiento.
Procesos de este tipo requieren, para un adecuado funcionamiento, de tres elementos principales.
También te puede interesar: Hacia una minería sustentable que cuide el futuro
El primero de ellos relacionado con definir las brechas tecnológicas comprobadas y la evaluación de los riesgos más comunes en términos operativos. Este factor es importante para reconocer los alcances, límites y retos de las capacidades mineras en distintos rubros.
El segundo elemento implica planificar la adquisición, instalación y mantenimiento de las tecnologías a largo plazo. Esto ya que la planificación permite no sólo reducir costos y aumentar la eficiencia productiva, sino también mejorar la certeza en la toma de decisiones.
El tercer componente se vincula con mantener una actualización constante hacia las nuevas amenazas que surgen en el sector. Este constante repaso a las circunstancias favorece la innovación y mayores beneficios económicos y sociales.
En relación con lo anterior, MineARC Systems propone que “es necesario que la seguridad abrace a la tecnología para estar a la altura de los cambios continuos en los procesos de producción y fabricación en la era moderna”.
De este modo, “a medida que la industria de los recursos avanza, las organizaciones transitan hacia la digitalización como un componente integral”. Esto “como una forma de garantizar la salud y la seguridad del personal de la mina”.
Frente a los retos de la industria, la tecnología implementada en el ámbito de la seguridad operacional, tiene el potencial de integrar los distintos componentes y estrategias para alcanzar cada vez mejores resultados.
En el caso mexicano destacan algunas empresas como Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GMSI) y Grupo IPS, enfocadas en la vigilancia y seguridad privada. Asimismo, Superior Glove se ha distinguido por la elaboración de guantes y otros equipos de protección resistentes a los impactos y riesgos de la industria.
También destacan firmas mexicanas como Hardware and Software Integrated Technologies (HAS-IT). En su labor, HAS-IT ha desarrollado cerillos electrónicos, a fin de disminuir riesgos para el personal al momento de realizar detonaciones en las minas.
Relacionado: Frenos y acoplamientos, el blindaje de la seguridad
Entre otras tecnologías desarrolladas en México, se encuentran algunas como los explosivos de baja intensidad a partir de fragmentadores de roca controlados. Estos dispositivos pueden prevenir derrumbes en zonas inestables de los proyectos mineros.
En otros países como Estados Unidos, algunas empresas han creado sistemas de monitoreo inalámbrico para el gas metano y el dióxido de carbono. Esta técnica permite cuidar con mejores resultados la seguridad de los trabajadores y reducir los riesgos a los cuales están expuestos.
Si bien las tecnologías mencionadas se han desarrollado de forma distinta en cada país y según los variados contextos mineros de la industria; lo cierto es que comparten similitudes en términos de la innovación tecnológica, química y digital. Cabe destacar que estas soluciones se encuentran enmarcadas en un contexto de desarrollo de la llamada minería inteligente.
De esta forma, el avance en la automatización puede fortalecer la seguridad en el sector; así como reducir la incertidumbre producida por eventos inesperados como la pandemia que actualmente atraviesa el mundo.
Finalmente, es fundamental rescatar que a mediano y largo plazo estos esfuerzos sean dirigidos también hacia el cuidado ecológico; además de la distribución equitativa de recursos para todas y todos.