AHMSA, sobre cimientos de acero. Por Efraín Mariano
La mayor siderúrgica de México, con altibajos y entre claroscuros, se mantiene como un actor determinante en la vida económica de Monclova, Coahuila. Ocho décadas después de su creación, con el apoyo de nuevos socios, sus expectativas de viabilidad y rentabilidad financiera se mantienen vigentes.
Como resultado de la escasez de materiales siderúrgicos en el mundo por la Segunda Guerra Mundial, empresarios y el Gobierno de México deciden crear en 1941 una siderúrgica integrada. Asesorados por la Americana Rolling Mill, determinan ubicarla en Monclova, Coahuila; por su cercanía a los yacimientos de carbón y mineral de fierro, materias primas básicas.
Durante las primeras cinco décadas de existencia, la siderúrgica fue pieza clave de la actividad económica de Coahuila, con el 70% de la actividad productiva de Monclova. Sin embargo, sus problemas de deuda, falta de competitividad, ineficiencia y alto impacto ambiental, persuadieron al Gobierno Federal a desincorporarla del sector público mediante licitación a inicios de los 90.
En 1991, mediante una licitación, el Gobierno Federal vendió AHMSA a Grupo Acerero del Norte, de Alonso Ancira, por una cantidad de 145 mil millones de pesos. Ese monto, de acuerdo con el libro publicado por la UNAM, titulado “Tras las huellas de la privatización”, representó una quinta parte del valor real de la siderúrgica.
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En 1999, tras una administración poco efectiva, la empresa se acogió a la Ley de Quiebra y Suspensión de Pagos. Lo cual, dio pie a la mayor suspensión de pagos (2 mil 300 millones de dólares) de una firma en la historia de América Latina.
Su declaratoria afectó más de 400 empresas pequeñas y medianas en Monclova, en donde algunas de ellas quebraron y no se recuperaron. 21 años después, la firma no abandona la declaratoria de quiebra hecha en la Bolsa Mexicana de Valores. En ese periodo, Alonso Ancira se refugió en el extranjero, pues fue señalado por el gobierno por evasión fiscal.
Escándalo de Agronitrogenados
En medio de una precaria situación financiera y demandas legales por adeudos, AHMSA vendió a Pemex en 2014, su planta (chatarra) de Agronitrogenados, por un monto sobrevalorado de 475 millones de dólares.
La Auditoría Superior de la Federación, seis años después, señaló que se adquirió una planta de fertilizantes con equipo incompleto, mal estado, inutilizable, antigua y con 18 años fuera de operación y con un sobrecosto de 200 millones de dólares.
Como resultado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público congeló las cuentas de Alonso Ancira y las de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex. Al mismo tiempo, la extinta Procuraduría General de la República giró órdenes de aprehensión por corrupción y lavado de dinero contra ambos empresarios; sin embargo, los dos huyeron del país.
En 2019, Alonso Ancira fue detenido en España; en 2020 fue trasladado a México y en abril de 2021, obtuvo su libertad tras llegar a un acuerdo reparatorio con Pemex, por 216 millones de dólares por concepto de reparación de daños por el caso de la planta Agronitrogenados.
Para noviembre de 2021, Ancira efectuó el primer pago por 50 millones de dólares; el segundo pago por la misma cantidad deberá saldarse en noviembre de 2022. Debido a que dejó en garantías las acciones de la empresa, de incumplir con el acuerdo, Ancira está en riesgo de perder su empresa, todavía una de las mayores acereras del país.
Cimientos firmes
Actualmente, AHMSA avanza en su proceso de reestructuración con Grupo Villacero, pese algunas posturas encontradas entre accionistas, para regresar a la estabilidad financiera.
Los nuevos inversionistas de la siderúrgica, denominado Alianza Metalúrgica Internacional, encabezados por el presidente de Grupo Villacero, Julio Villarreal, buscan comprar 55% de la participación accionaria de Grupo Acerero del Norte (GAN), casa matriz de AHMSA. Grupo Villacero ha estado inyectando recursos en AHMSA desde 2020.
El grupo de inversionistas pretenden rescatar a AHMSA de la actual crisis financiera por la que atraviesa. La estrategia se enfoca en integrar una cadena productiva siderúrgica desde las minas hasta el producto terminado al último consumidor.
AHMSA, por su parte, experimentó un incremento de 142% en sus ingresos del tercer trimestre, gracias a un repunte de los precios internacionales del acero. En su reporte a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la acerera reportó ingresos de 14,073 millones de pesos entre julio y septiembre; por encima de la facturación de 5,815 millones de pesos de los mismos meses del año anterior.
Asimismo, la acerera obtuvo un EBITDA de 180 millones de dólares, frente a los 58 millones de dólares registrados entre julio y septiembre de 2020.
En tanto, la utilidad operativa sumó 2,723 millones de pesos en el tercer trimestre de 2021, frente a la pérdida de 2,128 millones de pesos en entre julio y septiembre de 2020. La utilidad neta sumó 968 millones de pesos, frente la pérdida de 5,624 millones de pesos de un año antes.
El hecho de que AHMSA duplicó sus ingresos en el tercer trimestre, le permitió recuperar capital de trabajo, dinamizar pagos a proveedores y equilibrar su capacidad operativa, factores clave para avanzar en su estrategia para recuperar la estabilidad y rentabilidad financiera.