El precio de la onza de oro retrocedió el martes por segunda jornada consecutiva, hasta un mínimo de dos semanas, para alejarse de la marca simbólica de los 2,400 dólares.
La relajación de las tensiones geopolíticas y la fortaleza del dólar persuadieron a los inversores de continuar desprendiéndose de coberturas en oro.
En el Commodity Exchange (Comex), el contrato más activo de la onza de oro perdió 6.60 dólares, es decir, 0.28%, para cerrar en 2,335.70 dólares.
El lunes, el oro experimentó su mayor caída diaria en más de un año, tras un descenso superior a 2%, como resultado de una ola masiva de liquidación de contratos. Cabe recordar que el oro alcanzó un récord histórico el viernes 12 de abril, cuando el contrato se estableció en 2.413,80 dólares la onza troy.
Hasta la semana pasada, el precio del oro había repuntado alrededor de 400 dólares en los últimos dos meses, desde su mínimo del año de 1,990 dólares, establecido el 12 de febrero. Incluso, en el primer trimestre, el precio del metal dorado se anotó una ganancia de 9.3%, su mayor rendimiento en un periodo similar desde 2020.
El recrudecimiento de las tensiones geopolíticas y la expectativa de un enfriamiento de la política restrictiva de la Reserva Federal de Estados Unidos habían catapultando a los precios de los metales a máximos históricos.
Igualmente, las compras de oro de los bancos centrales y la volatilidad del dólar habían ofrecido impulso adicional a los precios de los metales preciosos.
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Incluso, la firma TD Securities estimó que el oro podría consolidarse sobre el nivel de 2,400 dólares en el segundo trimestre de 2024. Bank of America aún estima que el precio del oro podría ascender entre 2,500 y 2,600 dólares por onza en el segundo semestre de 2024.
Sin embargo, un dólar fuerte, en el que se cotiza el oro, y mayores rendimientos de los bonos con los que compite el oro, deberían significar una menor demanda del metal.
El oro es considerado un escudo financiero y un refugio de inversión en tiempos de crisis económicas y tensiones geopolíticas.
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